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Emociones de Segundo Nivel en el Trading

La euforia y la ira

Estas emociones son dos caras de la misma moneda. La ira hará que tomes una decisión errónea después de haber tenido una mala experiencia, por ejemplo, una pérdida en tu operativa de trading, o un beneficio insuficiente (según tu criterio), o no haber tomado una operación que tenías que haber tomado. Cuando tienes ira, tomas decisiones que posteriormente pueden reforzarte positiva o negativamente.

Imagínate que tras una pérdida te sumerges en una emoción de ira y tomas la decisión de tomar una nueva operación que no debías hacer abierto y, tras ello, el mercado te recompensa con un beneficio. En este caso estarás reforzando a tu cerebro con la creencia de que actuar en base a impulsos e ira te dará beneficios, cuando si haces un análisis cuantitativo verás que la probabilidad es que no.

La euforia es exactamente igual que la ira, pero se basa en que tomarás una decisión errónea después de haber tenido una buena experiencia. Buenas experiencias normalmente son operaciones ganadoras y rachas de operaciones ganadoras, o empezar a operar el primer día del mes y a la media hora haber logrado tu objetivo mensual. Cuando estás sumergido en esta emoción es muy normal que dejes de hacer lo que sea que debieras haber hecho. Por ejemplo, si tenías que abrir una nueva operación, no abrirla porque no fuiste capaz ni de verla al estar tan eufórico.

¿Cómo solucionar la euforia y la ira?. Debes ver tu estado mental como una línea recta que, eventualmente se quebrante cuando tienes alguna situación que la perturba, como pérdidas y ganancias. Al principio esa perturbación hará que esa línea recta se module hacia arriba o hacia abajo en gran medida, como una gran ola de sentimientos y emociones.

A medida que vayas entrenando más la parte de la incertidumbre y vayas teniendo más conocimiento de qué implica actuar de una forma u otra, entenderás que actuar en base a la ira o a la euforia te alejará de tus metas principales. Lo que te pasará es que con el tiempo, práctica, y haber vivido esas experiencias varias veces, esa línea permanecerá totalmente recta a pesar de que ocurran eventos que te puedan perturbar, de forma que ni las pérdidas ni las ganancias te supondrán grandes emociones.

La avaricia

Esta gran enemiga te hará querer ganar más cuando ya tienes suficiente. Es muy humano querer ganar más en poco tiempo. Esta emoción te hará operar más de lo que deberías pensando que, hacerlo así, te dará mayores beneficios. Abrirás nuevas operaciones, abrirás operaciones con mayor riesgo y serás impaciente a la hora de cerrarlas y esperar ganancias.

La avaricia tiene una componente muy fuerte de depresión. Cuando creemos que podemos ganar más y finalmente no lo logramos nos sentiremos terriblemente mal, primero, por no haberlo logrado, y segundo, por haber vulnerado nuestro plan inicial y, en definitiva, a nosotros mismos.

¿Cómo solucionar la avaricia?. Teniendo claro, de antemano lo que quieres ganar y si eso es suficiente para ti o no. Cuando estés apunto de actuar en base a la avaricia tendrás que recordar que, en un inicio, te conformaste con cierto beneficio. Conformarse es tremendamente importante, sobre todo en un mundo donde se mueven billones de dólares como son los mercados financieros. Pregúntate dónde estás ahora y dónde te conformas con estar. En base a eso crea un plan de acción y cúmplelo. Cuando llegues a dicha meta, puedes replantearte tu objetivo, pero jamás te lo replantees a medias sin un buen motivo porque te hará tomar decisiones basadas en la avaricia.

El estrés

Esta emoción es común en casi todas las personas. Estresarnos es parte de la vida normal, en el trabajo y en la vida privada. El estrés te hará actuar de forma ineficiente e ineficaz. Tardarás más en hacer lo mismo, y lo harás peor. Normalmente tenemos estrés porque queremos lograr un objetivo muy rápido y al no tenerlo nos ofuscamos. El estrés desencadenará reacciones hormonales en nuestro cuerpo que nos harán engordar y nos provocarán insomnio.

Una forma de controlar el estrés es haciendo deporte y teniendo tu vida dividida por compartimentos estancos. Tu vida personal, tu familia, el deporte, tus hobbies, tu pareja, tus hijos, tu lectura, tus viajes, tus amigos etc. Si tienes claro que a las 19:00 te toca tu hobby te obligarás en gran medida a desconectar de la parte de otras partes que te crean estrés. Date tiempo a ti mismo y no te exijas demasiado, exígete lo justo y necesario que hayas planeado en un inicio.

¿Cómo podemos controlar estas emociones?

En general, adoptar las siguientes actitudes que voy a comentarte eliminarán el 90% de la negatividad asociad a a todas estas emociones anteriores.

Pensar a largo plazo.

En primer lugar, debes ponerte un objetivo a más de 3-6 meses vista. Esto implica que tendrás que tener paciencia en tus objetivos y entender que tus logros no vendrán porque un día le dediques 16 horas a un trabajo, sino porque durante 6 meses le has dedicado 3 horas al día.

Convertirte en una persona templada.

El objetivo es que no te afecten mucho las cosas. Debes mantener la calma cuando operes en los mercados y saber que a veces se gana y a veces se pierde a corto plazo, pero a largo plazo estás apostando por un modelo rentable.

En general, cuando tienes un plan operativo de trading escrito y a la vista, es muy simple no tomar decisiones fundadas en las emociones y sí en la racionalidad de lo que has podido observar en tu análisis cuantitativo de trading.

Confórmate.

No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. No pretendas realizar la operación de tu vida cada vez que abres una nueva. De hecho, si operas con poco riesgo tendrás muy controladas las emociones de la avaricia euforia e ira. Al principio puedes operar con poco volumen y a medida que vayas sintiéndote más cómodo, operar con grandes riesgos. Un truco muy útil es darte un mes para cada zona de riesgo. Si logras superarlo cumpliendo tu plan operativo modificas el riesgo.

Pon solución a los problemas.

Es muy fácil quedarse estancado en quejarnos de la mala suerte que tenemos. La diferencia entre una persona exitosa y una no exitosa, en gran medida, es la cantidad de quejas. Una persona que resuelve sus problemas no se queja, actúa. Cada vez que tengas un problema, tienes derecho a que te duela, eso es inevitable, pero debes tomar la determinación de decidir qué harás a partir de ahora cuando eso vuelva a ocurrir, y si hace falta lo puedes escribir en un papel y tenerlo delante de tu mesa siempre. Me gusta imaginarme que dentro de un año, me habrán surgido 100 problemas, y preguntarme dónde estaré dentro de un año si pongo solución a los 100 problemas y si sólo pongo solución a 10 problemas y me quedo quejándome de los otros 90. Comparo ambas situaciones, y aunque no me guste la solución que debo ponerle a algún problema a corto plazo, entiendo que dentro de un año es preferible hacerlo de esa manera.

La felicidad absoluta no existe

Nunca podrás solucionar todos los problemas de manera que todos queden contentos, o de que obtengas todo lo que quieras siempre. Casi siempre cuando abres una puerta cierras otra y si tomas una decisión, otro aspecto de tu vida se verá minado. La cuestión es que pienses en el largo plazo y en si eso te acerca a tus grandes objetivos. Recuerda la regla de Pareto, el 80% de nuestros logros vienen del 20% de nuestras acciones. Si simplemente logras aumentar ese 20% podrás dar un salto de gran calidad en tu vida en cualquier aspecto.

Personalmente, a veces me siento delante de una hoja de cálculo y hago una lista de todo lo que he logrado y todo lo que tengo que para mi es valioso a nivel personal, profesional y espiritual y al lado hago una lista de lo que he tenido que hacer para lograrlo. Y habitualmente me doy cuenta de que podía haber hecho más del doble de lo que hice para conseguir todo aquello que a día de hoy me hace feliz. Te recomiendo que lo hagas, el resultado es tremendamente increíble.

El siguiente nivel psicológico es el de controlar tus propias creencias limitantes y potenciadoras. Estas son visiones e interpretaciones que hacemos del mundo que nos rodea que pueden llevarte al éxito o al fracaso. Dominar tus creencias va a hacer que avances y no dominarlas te dejará estancado en tu zona de confort para, más tarde, arrepentirte por no haberlas cambiado. Te invito a leer sobre ellas en el siguiente tema

  1. Libertad financiera
  2. 0 estrés
  3. Metodología de éxito S.XXI
  4. Nuevo estilo de vida