Trading de Alta Frecuencia
El mercado de valores fue una vez una habitación grande, con monitores en la pared mostrando continuamente columnas cambiantes de números con una agitada multitud de traders y un murmullo de voces entre los que se escuchaban en ocasiones gritos de compra o vende.
Hoy en día no es así. La habitación sigue ahí, pero la agitada multitud, no. Al menos no por defecto. La mayoría de operadores ahora están en su casa, en su oficina, o en su oficina en casa.
Los mercados financieros han sufrido muchos cambios, y uno de ellos es la aparición del High-frequency Trading (HFT). Ahora bien, no debemos confundir el trading automático con el High-frequency Trading.
El trading automático está compuesto por ordenadores que están equipados por programas de trading basados en fórmulas y sistemas programados de antemano, por ejemplo, algoritmos. En lugar del gestor, analista u operador, son estos programas informáticos los que toman las decisiones, aunque primero fueron programados y revisados por alguno de ellos. Pueden basarse en comandos muy simples como comprar cuando el precio cruza una media móvil o ser muy complejo y trabajar con muchas variables, pero no son nada en comparación con los equipos de trading de alta frecuencia.
Los programas de los HFT pueden seguir de forma independiente estrategias muy complejas con miles de variables a una velocidad y un desempeño a la que el ser humano, simplemente, no puede, porque cada posición se mantiene durante un periodo muy pequeño de tiempo para, rápidamente, ejecutar la posición y cerrarla.
Este tipo de operaciones se llevan a cabo miles y decenas de miles de veces al día. Los periodos de tiempo en los que se mantiene las posiciones abiertas pueden ser de tan sólo fracciones de segundo. Lo que antes se comerciaba en días, ahora se comercia en milisegundos.
¿Cómo influyen realmente en los mercados?
Los programas de High-frequency Trading sólo representan una pequeña parte de todos los operadores, pero mueven aproximadamente el 67% de todas las transacciones de todos los mercados financieros. La máxima de estos programas es operar lo más rápido que se pueda maximizando las ganancias. El margen de beneficio en cada transacción es con frecuencia bastante pequeño, pero estas pequeñas cantidades, debido a la alta velocidad y frecuencia de ejecución, suman miles de millones.
Los High-frequency-Trading deben ser siempre más rápidos que los demás. Y esto se consigue estando más cerca del mercado. Cuanto menos cable hay entre el bróker y el HFT, menos tardan la señales en enviar y recibir información.
¿En qué nos afecta a nosotros? Estos sistemas tienen sus ventajas e inconvenientes. Muchos investigadores dicen que el High-frequency Trading ha aumentado considerablemente la liquidez en los mercados.
Mucha liquidez quiere decir que por cada contrato de compra existirá uno de venta sin mucho esfuerzo, y viceversa.
Sin embargo, donde mejor funcionan es donde los mercados ya son muy líquidos, además, no están obligados a nada, y si hay una situación en que se les necesite realmente, se pueden echar atrás sin ningún problema, como un operador más.
También se cree que benefician la fijación de precios y reducen la volatilidad, sin embargo, muchos tienen justamente el efecto contrario.
Las claras desventajas son que operadores normales, es decir, nosotros, no podemos igualar la velocidad de sus sistemas y muchos no pueden alquilar un espacio cerca del mercado ni pagar por el uso de uno de estos programas.
Otro inconveniente es que la velocidad de las operaciones y la falta de regulación son explotadas por algunos para manipular el mercado, engañando a otros participantes. Por ejemplo, como es muy difícil y costoso estar por delante del mercado sin trampas, algunos hacen unas cuantas. Utilizan rellenos de cotización para producir avalanchas de información, posicionando órdenes y creando la ilusión de que el precio se moverá en determinada dirección para generar oferta o demanda y satisfacer así sus necesidades.
Desbordamiento y descontrol
Evidentemente los problemas técnicos existen y son muy reales. Algunos programadores describen que debido a la extrema complejidad del entorno de trading y de los propios algoritmos ya no son capaces de hacer un seguimiento de todo lo que los programas hacen. Esto podría conducir a que varios de estos programas reaccionen unos con otros, se atrapen en un bucle, todo ocurra a una gran velocidad, y en conjunto con las demás desventajas se produzca un mini-crash, haciendo que el mercado adquiera un nivel de eficiencia que roza que los mercados sean prácticamente impredecibles y aleatorios.
Como ves, las desventajas están en nuestra contra y pareciese que nada podemos hacer nosotros en el mercado frente a estos programas, pero nada más lejos de la realidad. Esto sería cierto sólo si tratáramos de vencer a los High-frequency Trading en su propio terreno.
¿Por qué poner las probabilidades a nuestro favor?
Un ejemplo es el ataque de un tiburón a un humano. La reacción natural de un ser humano al encontrarse con este depredador es nadar lo más rápido que pueda, chapotear, darle la espalda, e indirectamente aumentar nuestro pulso cardíaco hasta niveles muy altos. Sin embargo, si conociésemos a este animal, sabríamos que el tiburón puede nadar 10 veces más rápido que un humano y que escapar no es una opción. Sabríamos también que al chapotear, el tiburón entiende que somos una presa herida, y también sabríamos que tiene muy desarrollado el instinto de supervivencia, por lo que si un tiburón te ataca, lo mejor que puedes hacer es enfrentarte a él golpeándole en sus zonas débiles como sus ojos, agallas y morro. Tal vez no sobrevivas al ataque, pero estás enfrentándote a ese peligro como debes hacerlo. Si logras golpearle donde más le duele, el tiburón te identificará como una amenaza en lugar de una presa herida errática, y te dejará en paz. Ojo, no digo que sea fácil, sólo que, según los expertos sobre el tema, es lo mejor para poner las probabilidades de supervivencia a tu favor.
En los mercados ocurre lo mismo:
Si queremos enfrentarnos a ellos en velocidad, perdemos.
Si tratamos de predecirlos, perdemos.
Y mientras luchemos de esa forma siempre estaremos rondando la Trampa del Control y de la información, que estudiaremos más adelante.
Podemos enfrentarnos a ellos de otras formas, explotando lo que no pueden cambiar. Explotando constantes que no dependen de ellos. Explotando lo que ellos mismos generan.
Y después de haber entendido estos conceptos estás preparado para comprender el trading cuantitativo. En la siguiente sección podrás ver por qué el trading cuantitativo es el método más efectivo a la hora de obtener ganancias en los mercados.